El diseño importa: El caso Tropicana y la lección que toda marca debe aprender

Diego Art Olaya

11/24/20244 min read

El diseño importa: El caso Tropicana y la lección que toda marca debe aprender

En 2009, Tropicana, una de las marcas de jugos más reconocidas del mundo, tomó una decisión que marcó un antes y un después en la historia del diseño de packaging. Confiaron en el rediseño de su empaque, convencidos de que un cambio fresco y moderno conectaría mejor con sus consumidores. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Lo que parecía una apuesta segura terminó siendo un desastre financiero, con pérdidas de más de 20 millones de dólares en solo dos meses.

Hoy, más de una década después, Tropicana vuelve a estar en el ojo del huracán con un rediseño que, nuevamente, no logra resonar con sus usuarios. ¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible que una marca tan grande cometa errores tan significativos dos veces?

Más allá de la curiosidad del caso, esta historia nos deja una lección crucial: el diseño no es solo estética, es estrategia.

El primer desastre: Tropicana 2009

En su primer intento de rediseño, Tropicana decidió cambiar su icónica imagen de la naranja con un pitillo (pajilla) por un diseño más minimalista y abstracto. Aunque moderno, este cambio ignoró por completo la conexión emocional y visual que los consumidores tenían con la marca.

El resultado fue inmediato: los consumidores no reconocían el producto en los estantes, lo confundían con otras marcas y, lo peor de todo, dejaron de comprarlo. En cuestión de semanas, Tropicana perdió un 20% de sus ventas, equivalente a 20 millones de dólares. La marca reaccionó rápidamente, revirtiendo el diseño y recuperando su identidad visual original.

Tropicana 2.0:
¿De nuevo el mismo error?

Hace poco, Tropicana volvió a apostar por un rediseño, esta vez centrado en cambiar la forma de su icónico envase. El objetivo parecía claro: renovar la imagen de la marca y adaptarse a nuevas tendencias. Sin embargo, lo que en papel parecía una idea interesante, en la práctica resultó en un nuevo tropiezo.

El rediseño eliminó el envase característico que durante años había sido un símbolo de la marca, pasando a un diseño genérico que poco diferenciaba a Tropicana de sus competidores. Además, la nueva presentación contenía menos onzas que la anterior, algo que no fue suficientemente comunicado a los consumidores. Esto generó confusión, ya que algunos supermercados no siguieron la recomendación de reducir el precio del producto acorde a la menor cantidad de jugo, causando frustración entre los clientes, quienes sintieron que estaban pagando lo mismo por menos producto.

Más allá de los problemas funcionales, el cambio también afectó la percepción de la marca. Tropicana dejó de ser esa opción cálida y familiar que las personas asociaban con desayunos en familia para convertirse en una alternativa genérica que no destacaba en los estantes. El empaque perdió su esencia visual, algo que es vital para una marca que compite en un mercado abarrotado de opciones.

Este caso demuestra que, en diseño, no se trata únicamente de "refrescar" la imagen de una marca o seguir tendencias. Innovar no es suficiente si el cambio no tiene un propósito claro y no está alineado con las necesidades y percepciones del consumidor. Ignorar estos principios puede erosionar la confianza de los clientes y tener un impacto negativo en las ventas, tal como lo demostró Tropicana una vez más.

Lecciones clave: Por qué el diseño es crucial para tu marca
  1. El diseño no es solo apariencia, es comunicación.
    En el caso de Tropicana, el empaque no solo protegía el producto, también comunicaba frescura, calidad y tradición. Al cambiarlo sin una estrategia clara, rompieron esa comunicación y se pierde la conexión con sus consumidores.

  2. El diseño impacta directamente en las ventas.
    Un buen diseño puede atraer clientes, mientras que uno malo puede alejarlos. Tropicana no solo perdió ingresos, sino también confianza de su base de consumidores.

  3. La coherencia visual genera reconocimiento.
    Las marcas exitosas son aquellas que son fácilmente reconocibles. Cambiar elementos icónicos sin una justificación sólida puede ser un error costoso, como lo demuestra este caso.

  4. El consumidor siempre debe estar en el centro.
    Antes de rediseñar, es fundamental entender cómo perciben los usuarios tu marca y qué esperan de ella. Ignorar estas expectativas puede llevar a confusión y rechazo.

El diseño como herramienta estratégica

El caso de Tropicana no solo es un recordatorio de los riesgos de subestimar el diseño, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su verdadero poder. Un diseño exitoso no solo atrae miradas, sino que crea experiencias, refuerza identidades y, sobre todo, genera confianza en los consumidores.

En Marcatrazo, siempre digo que el diseño es mucho más que algo estético. Es la herramienta con la que le dices al mundo quién eres y por qué deberían elegirte. Tropicana aprendió por las malas que el diseño no es un aspecto superficial de la marca; es el alma de su comunicación.

Así que, si estás pensando en rediseñar algún aspecto de tu marca, pregúntate: ¿Esto realmente conecta con mis clientes? ¿Está alineado con mi identidad? Porque al final, un buen diseño no solo se ve bien, funciona bien.

Fotografía: Tropicana, CHWVB | Flickr